MISIÓN EN EL ARCIPRESTAZGO DE RIBADUMIA (PONTEVEDRA)

MISIÓN POPULAR EN EL ARCIPRESTAZGO DE RIBADUMIA
(Pontevedra)

Del 2 al 18 de febrero de 2006

 

Galicia siempre ha sido una de las regiones privilegiadas para el Cesplam puesto que de modo casi continuo hemos recorrido muchas de sus parroquias.

En esta ocasión la Santa Misión se ha celebrado en diez parroquias del arciprestazgo de Ribadumia. Provincia de Pontevedra y diócesis de Santiago de Compostela.

Las parroquias misionadas son: San Andrés de Barrantes, Santa María de Curro, San Juan de Leiro, Divino Salvador de Meis, San Martiño de Meis, San Lorenzo de Nogueira, Santo Tomé de Nogueira, San Vicente de Nogueira, Santa Eulalia de Ribadumia y San Clemente de Sisán. Geográficamente a mitad de camino entre Pontevedra y Cambados. Son poblaciones eminentemente rurales y dedicadas a la producción del famoso vino alvariño. También hay pequeñas y medianas empresas.

Hemos participado 15 misioneros. Entre ellos Sole y Gloria, Cruzadas de la Iglesia; Rafael, Oblato de María Inmaculada y Jana, una joven de la parroquia de Sta. Teresa de Salamanca.

Las diez parroquias están pastoreadas por cuatro sacerdotes: D. José Luis, D. Dositeo, D. José Antonio y D. Manuel. A quienes agradecemos la confianza puesta en los misioneros al tiempo que valoramos su interés pastoral frente a los nuevos retos que la Iglesia de toda España trata de dar respuesta.

La mayoría de las parroquias son bien conocidas por varios miembros del Cesplam. En muchas de ellas no era ni la primera ni la segunda misión redentorista. En alguna de ellas, como Ribadumia, las misiones se pueden contar casi a misión por década. Testimonio de ello es una gran cruz de misión con una primera fecha hacia 1886. D. Dositeo, su párroco, ha sido durante muchos años la punta de lanza misionera en sus parroquias y en las vecinas. Con sus más de 50 años como párroco en Ribadumia lo ha vuelto a ser.

La misión se ha desarrollado con normalidad gracias a que muchas personas ya nos conocen y dominan el método de misión redentorista. Entre las diez parroquias se formaron 80 asambleas familiares bien numerosas y participativas. Trabajamos con los niños, se visitaron los institutos, se reunieron los matrimonios jóvenes y también se trabajó con la juventud. Especiales dificultades hemos tenido con éstos últimos a la hora de convocarlos, reunirlos y motivarlos.

La misión concluyó con una gran Celebración de Acción de Gracias conjunta de todas las parroquias misionadas. Se celebró en un gran salón social de Mosteiro y fue presidida por Mons. Julián Barrio Barrio, Arzobispo de Santiago.

Don Julián predicó una bonita homilía de la que entresaco algunas frases:

“Habéis vivido estos días de reflexión, de oración y encuentro en estas semanas de misión con el propósito de fortalecer y renovar la vida de fe. Nuestro canto es acción de gracias que se convierte en canto de esperanza comprometida. La Buena Noticia como en tiempo de Jonás ha llegado a nuestros pueblos, a nuestros barrios, a nuestras familias: ancianos, adultos, jóvenes y niños. El cansancio ha valido la pena. De manera especial he rezado para que todo ello os sirva para vuestra santificación, asumiendo el compromiso cristiano en la vida de cada día. Gracias por vuestra presencia y participación como también a los PP Misioneros que os han acompañado y a vuestros sacerdotes que día a día peregrinan con vosotros en la existencia cristiana.

Esta tarde habéis llegado con vuestras cruces parroquiales, signo de nuestra salvación y de nuestra identidad como cristianos y seguidores de Cristo. Traéis vuestra historia personal y colectiva.
…Al encontrarme con vosotros me alegra poder deciros que todos somos necesarios en la Iglesia a la hora de realizar el Plan de Dios.
… Aunque la evangelización nos pueda exigir en ocasiones un cambio radical de vida, normalmente sólo nos pide que vivamos con nueva plenitud y sentido las realidades cotidianas que tejen nuestro existir”

Participaron festivamente casi 1000 personas. Dadas las condiciones climatológicas, una tarde difícil de lluvia y viento, valoramos muy positivamente la asistencia y participación de las familias.

Terminamos la tarde y la misión compartiendo mesa y mantel los párrocos, misioneros y Don Julián. Fue un momento de celebración y de intercambio de experiencias en el cual Don Julián mostró conocimiento e interés por la Misión Popular.

Los misioneros nos fuimos satisfechos y contentos con el cariño que los gallegos saben compartir.

P. Manuel Cabello. CSsR