Misión con la Virgen del Carmen

El 25 de abril de 2025 se celebrará el centenario de la Coronación de Ntra. Sra. del Carmen de Jerez de la Frontera (Cádiz). Dentro de los actos preparativos del centenario, tanto la Comunidad de Carmelitas de la Antigua Observancia de aquella ciudad, sus custodios, como la Hermandad de Caballeros y Damas de Ntra. Sra. del Carmen, quisieron acercar la venerada imagen a las parroquias de periferia. Los tres años anteriores trasladarían la imagen a una parroquia determinada y en ella se organizaría una misión. Para este particular pidieron la colaboración del equipo Cesplam, quien gustosamente aceptó el ofrecimiento. Las parroquias seleccionadas, cada una por un motivo, fueron el año 2022 la de Ntra. Sra. de las Viñas; el año 2023 la del Stmo. Cristo de la Sed; el presente 2024 la de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro.

Durante unos meses hemos trabajado y diseñando la misión parroquial todos los implicados, aportando ideas, facilitando las concreciones de éstas y haciendo posible la misión: la Hermandad del Carmen, la Comunidad de Carmelitas, la Comunidad jerezana de Redentoristas, la parroquia de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro, con la hermandad de la Salvación y el Cesplam. Puesto que hacía pocos años que se había predicado la Misión en aquella comunidad parroquial, se veía claro que tendríamos que innovar.

La imagen salía de la Basílica del Carmen a las 17:00 h. del día 14 de abril, precedida de los Carmelitas y los misioneros, grupo formado por los PP. Joaquín García-Romanillos y  Antonio Quesada, a los que se unieron dos misioneros en formación, el Estudiante Jesús Mula y el postulante José Madruga. Después de un rosario de visitas a lo largo del camino, fuimos acogidos en los límites de la parroquia en torno a las 23:00 h. por la comunidad parroquial del Perpetuo Socorro, precedidos de la comunidad redentorista, el párroco P. Miguel Castro, y los PP. Miguel Fernández y Francisco Moreno. La presencia de la imagen se prolongó hasta la mañana del domingo, 21 de abril; que, tras la celebración de la eucaristía de clausura, fue trasladada a su basílica.

Durante la semana que esta venerada imagen estuvo en nuestra popular y animosa parroquia redentorista; se sumaron distintos actos misioneros. Por las mañanas se celebraron las eucaristías misioneras diarias, en las que se iniciaron en la predicación los dos jóvenes misioneros. Terminada la eucaristía el templo permanecía abierto hasta pasado el mediodía, donde teníamos el rezo del ángelus. Se aprovechó también este tiempo para visitar enfermos. Las tardes comenzaban con la apertura del templo y el acompañamiento a los niños de catequesis para orar ante la Virgen; a las 19:15 h. comenzaba el Santo Rosario.

Terminada la corona mariana el lunes, el miércoles y el viernes tuvimos unas tertulias misioneras en tres plazas del territorio parroquial; cada plaza con una temática y cada día con un testimonio y tema más concreto: en la plaza de Listán hubo un corro sobre el arte y la fe, donde el lunes la tertulia fue con dos imagineros; el miércoles con capataces de pasos y el viernes con un cantaor de flamenco. En la plaza del Baile el corro fue sobre el diálogo interreligioso, y se dialogó con distintas experiencias de inmigración facilitando la acogida interreligiosa. En la plaza la Piquera el corro giró en torno a la familia, donde varios matrimonios compartieron su experiencia de vida y los Equipos de Ntra. Señora compartieron lo que el movimiento les había ayudado.

Las tertulias fueron jalonadas por celebraciones misioneras en el templo después del Rosario. El martes celebramos a María, Reina de la Paz, el jueves a María Reina de la Iglesia y el sábado a María mujer de fe. El sábado, ya de noche, se trasladó la imagen entre antorchas hasta la plaza del Baile, situada en medio de la barriada del Carmen, construida con ocasión del 25º aniversario de la coronación. Allí rezamos 100 avemarías y se inauguró un azulejo conmemorativo del momento. De regreso al templo, y pasada la noche, tuvimos la eucaristía de clausura, presidida por el P. Miguel Castro como párroco, en la que despedimos la imagen que nos permitió saborear la frescura del Evangelio, como aquella nubecilla del Monte Carmelo al profeta Elías.

Antonio M. Quesada, CSsR