07 Dic De consolaciones y temores. Domingo II de Adviento.
«Consolad, consolad a mi pueblo —dice vuestro Dios—; hablad al corazón de Jerusalén, gritadle, que se ha cumplido su servicio y está pagado su crimen, pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus pecados». La profecía de consolación que hace Isaías es...