Misión Mérida PS Marzo 2014

MISIÓN EN MÉRIDA (Badajoz)

Parroquia Redentorista de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro
(Del 6 al 22 de Marzo de 2014)

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Una crónica de misión es de lo más aburrido del mundo, para quien la escribe y para quien la lee. Pero como estamos en tiempo de penitencia pido paciencia a los lectores. Yo,  haré un esfuerzo e intentaré que salga más corta que la cuaresma y así la penitencia, sea más llevadera. Ahí va. La crónica es sobre la misión  realizada en Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Mérida.

Y lo primero y justo es decir que nuestros hermanos, PP. Víctor, Jorge y Tomás nos recibieron  con amor de hermanos y se volcaron en atendernos igual que se habían volcado en la preparación de la misión. Inicialmente se formaron 25 parejas de visitadores que  anunciaron la misión en más de 1000 hogares. El trabajo fue lento, difícil y constante; trabajo que desembocó en la misión que se llevó a cabo del 6 al 23 de Marzo. Resumo los “datos fríos y oficiales” que es lo menos atractivo de la misión: Se reunieron 33 grupos, que fueron dirigidos por unos 40 animadores.

La misión fue de menos a más y todo se desarrolló  según lo provisto. Las asambleas familiares estupendas, con participación de hombres y mujeres y ausencia de jóvenes, la mayoría. Las más flojas, pero no las menos misioneras son las que tuvieron lugar en “territorio comanche”. Entrar y en el “mundo gitano” ya es un triunfo en sí mismo. Una monitora, Mamen, lo resume así:

    • La barriada de San Lázaro es “zona roja”. Nadie se atrevía a visitar a aquella gente, pero el párroco, que es muy valiente, y yo visitamos más de cuatrocientas familias. Íbamos a lo nuestro: sin provocar con la mirada, con respeto y confiados en Dios. Y nadie se metió con nosotros.

Concluyó la primera semana de misión con la Asamblea de Asambleas en el templo. Fue una gran fiesta con símbolos muy expresivos y mucha alegría. Lo mismo ocurrió con las celebraciones misioneras de la segunda semana de misión: mucha participación y mucha alegría en todas ellas. Pero, especialmente emotiva fue la celebración del sábado por la noche con una ofrenda de flores a la Virgen del Perpetuo Socorro, que convoca más que todos los misioneros juntos.  El P. Tomás Beortegui, que no se perdió ningún acto de misión decía:

    • Me gustan mucho estas celebraciones misionales. La gente está disfrutando mucho y yo también. Son dinámicas y serias a la vez.

Y hablando de misioneros, tengo que mencionar a otros misioneros laicos  que colaboraron con nosotros. Diego y Rica vinieron de nuestra parroquia de Sevilla y trabajaron toda la semana especialmente con los matrimonios. De Sevilla y de Granada llegaron cinco jóvenes:

    • Vinimos para apoyar  y animar a los jóvenes de esta parroquia, para que puedan formar una comunidad juvenil fuerte. Además queríamos tener una experiencia misionera como ésta. Hemos disfrutado mucho. Nos sentimos redentoristas y misioneros.

También Joaquín, que vino de nuestra parroquia del Perpetuo Socorro de Madrid, me dice emocionado:

    • Yo venía a ciegas. Pensaba que venía a doblar propaganda y pegar carteles por las calles. Colaborar en las celebraciones y eucaristías de la misión me ha llenado de satisfacción. También me ha sorprendido la respuesta, la acogida y el cariño de la gente. Esto me anima a seguir participando en otras misiones.

Y así se fueron pasando los días de la misión entre asambleas, eucaristías, celebraciones, enfermos, colegios, prisas, cansancios e ilusiones.  Y con ilusión y mucha imaginación trabajaron Víctor Chacón y Jorge con los jóvenes. Montaron “El local de la Misión” dedicado a la acogida, conciertos, charlas sobre voluntariado y oración, que fue muy concurrido por jóvenes y mayores. También la calle, frente a la estatua del P. Panero, fue lugar de variadas actividades misioneras. Todos, en el barrio, se enteraron de la “movida cristológica”: los indiferentes, los ateos, los indignados, los creyentes, con gozo, y los turistas que visitaban el circo romano.

Esta etapa más intensa de la misión concluyó el domingo con la presencia de Don Santiago, Arzobispo  de la diócesis Badajoz-Mérida. En la homilía, haciendo una comparación con el texto de la Samaritana y la misión, dijo que nuestra sociedad también está sedienta: de justicia, de amor, de Dios y de felicidad. Y que sólo el mensaje que viene del Evangelio puede calmar totalmente esa sed. Animó a todos convertirnos en misioneros, como lo hizo la samaritana y terminó agradeciendo la labor y la presencia de los misioneros redentoristas en ese barrio de la ciudad…

He querido poner vivencias y testimonios, más que datos fríos. Termino con las palabras del P. Víctor Ballesteros, sobre los retos que con motivo de la misión se abren de cara al futuro:

    • Yo resalto la formación que estamos realizando con los laicos y su implicación en todo el proceso de la misión. Resalto también el trabajo realizado en barrios marginales de la parroquia. Resalto la labor del equipo de animadores, con igual número de hombres y de mujeres… Y como retos: afianzar y seguir trabajando en la formación de  los laicos a través de las Asambleas Familiares, poner en marcha los nuevos grupos que se van a formar desde la misión, afianzar la presencia de la parroquia en estos barrios marginales, mejorar la labor de Cáritas, trabajar el voluntariado…

Dejamos al párroco organizando la parroquia y en nombre de Víctor Chacón y mío, les deseo una feliz Pascua de Resurrección. Un abrazo en Cristo Redentor.

P. Arsenio Díez. CSsR