PROPUESTA MISIONERA

Taller de Misiones Populares en la Prov. Redentorista de San Juan (Rep. Dominicana y Puerto Rico)

30 de Septiembre al 11 de Octubre de 2009

“Los redentoristas son apóstoles de fe robusta, de esperanza alegre, de ardiente caridad y celo encendido” (Constitución nº 20)

Yo creo que después del Evangelio ésta es la página más bonita que se ha escrito debajo de las estrellas. Sobre todo me gusta eso de “celo encendido”, que no sé qué es  pero suena muy alfonsiano. Dice también el texto que  los redentoristas no tienen miedo a lo desconocido y que acuden a los lugares más recónditos con prontitud. Justo, lo que hacen, si no todos, casi todos los misioneros

Y todo esto se hace realidad entre los hermanaos de la provincia de San Juan. Ni exagero, ni me puede el corazón. Porque estos redentoristas se están replanteando estos días su vocación misionera: cómo actualizarla y hacerla realidad en su tierra y entre su gente. Los redentoristas de la República Dominicana y de Puerto Rico se han tomado en serio el reto de misionar todo el continente; ese reto que los obispos lanzaron hace  dos años en Ntra Señora de Aparecida.

Debo decir que he escuchado a algunos obispos y no saben muy bien en qué consiste eso de la “misión continental”. El Cardenal de Honduras decía por televisión que no se trataba tanto de unas acciones concretas cuanto de que el pueblo de Dios tomase conciencia de su ser misionero. Y acto seguido, en el mismo programa, el Obispo, Monseñor Ángel Garachana,  ofrecía como ejemplo de misión la llevada a cabo, por claretianos, redentoristas, paúles y otras congregaciones, en toda la diócesis de S. Pedro Sula de la que es guía y pastor. Dos años de detallada preparación, seis meses de misión propiamente, muchos esfuerzo, 75 sacerdotes misioneros, unos 9 mil AFC, muchos más animadores y todo un tiempo de postmisión; y ya hace tres años desde entonces. Eso es la misión redentorista: una acción extraordinaria en la vida de una parroquia o de una diócesis, pero sobre todo, un proceso; un proceso largo de formación en la fe para lograr creyentes libres y comprometidos con la causa del Reino. ¡Ah! Y también un proceso de conversión, claro está.

Aclaremos pues, que durante doce días, los misioneros redentoristas, laicos y sacerdotes, de la provincia de San Juan, han estado reflexionando sobre la misión y sobre todos estos planteamientos. Y se han comprometido a formalizar un esquema de misión redentorista, bien trabado y claro  para presentar a los obispos: “Mire usted señor don obispo, nosotros sabemos cómo responder a los retos de  Aparecida. Porque ésta es nuestra vocación misionera y porque sabemos cómo hacerlo”. Así de directo y claro.

Se reunieron en Santo Domingo 13 laicos, todos jóvenes, bien formados e ilusionados. Se reunieron en San Juan de  la Maguana, 20 laicos, más bien mayores, pero igual de  ilusionados con la misión. Y durante dos días se reunieron, también en nuestra casa de formación, 13 sacerdotes redentoristas, jóvenes, todos menores de 42 años.

Bonito ¿verdad?

Y en nuestro centro de espiritualidad “Cristo Redentor”, en Puerto Rico, se reunieron más de 70 laicos, con las mismas ganas de comerse el continente, que los anteriores grupos. También se reunieron 12 redentoristas, sacerdotes, de distintas edades.

La misión exige, además del entusiasmo, de una coordinación, de una planificación y de una estructura de misión coherente y desde luego el apoyo directo de los responsables de Provincia. … Una misión en línea catecumenal que cuente con sacerdotes y laicos que trabajen en armonía.

Arsenio Díez, CSsR