MISIÓN EN MORAL DE CALATRAVA

Desde el día 27 de abril al 13 de mayo, del presente año, tuvo lugar la misión en la parroquia de San Andrés, de Moral de Calatrava. Esta población está situada en el corazón de La Mancha, no lejos de Ciudad Real, capital. Por esta “manchega llanura” paso don Quijote, arreglando el mundo: “cambiar el mundo, amigo Sancho, no es locura ni utopía, sino justicia”. Y por eso los habitantes de este pueblo son tan abiertos, acogedores, trabajadores, honrados y religiosos. Moral de Calatrava es un pueblo muy religioso. Cuenta con 6 templos, doce cofradías, una comunidad de religiosas del Santo Ángel de la Guarda. Su iglesia parroquial, la que ven en la foto, tiene las puertas abiertas, desde la mañana al anochecer. Es un remanso de paz para todas las almas que necesitan calma y reposo; para los agobiados por los calores del verano y por los problemas de la vida.

Cuando, a primera hora de la tarde, entré en este templo amplio y hermoso, allí me estaba esperando nuestra madre del Perpetuo Socorro; es el icono que tienen delante, pintado por Jesús Velasco, artista moraleño. Se llenó la iglesia, para recibir a los misioneros. La acogida fue entrañable. En esta misma celebración, el cura párroco, don Miguel Ángel, nos dio la bienvenida y nos hizo saber que el pueblo estaba expectante y deseoso de la misión. Y nos mostró una cruz de misión con la fecha de las misiones pasadas:  la primera de 1941 dada por los PP. Claretianos; la segunda, predicada por los PP. Jesuitas en 1951; la tercera por los PP. Capuchinos en 1961 y la actual, por los Misioneros Redentoristas.

UN CURA QUE SABE LO QUE QUIERE

Miguel Ángel es un cura cercano, entusiasta, muy trabajador y con la ideas y los objetivos muy claros. Desea la misión para: “impulsar la participación  comunitaria  y la incorporación de los laicos en las actividades parroquiales; hacer más amena la palabra de Dios; crear más grupos de estudio y convivencia; activar catecumenados de jóvenes y adultos; rejuvenecer la comunidad cristiana con la incorporación y participación de los más jóvenes; impulsar la participación de las cofradías en la vida parroquial; evangelizar a los que vienen poco y están más alejados de la vida eclesial, sobre todo de matrimonios jóvenes; potenciar la catequesis y las formación de los miembros de la comunidad…”

Su deseo es lograr una parroquia abierta y acogedora; una parroquia viva alegre y misionera; una parroquia de puertas abiertas. ¡Casi nada!

DESARROLLO DE LA MISIÓN

Seguramente, los lectores de Icono ya conocen el desarrollo y contenido de la misión. Yo se lo resumo porque quiero poner en estas páginas los testimonios de varios participantes y responsables de la misión llevada a cabo.

La misión en Moral de Calatrava, comenzó a prepararse en   el mes de noviembre del pasado año, con el primer encuentro entre el P. Antonio, director del equipo misionero y don Miguel Ángel. El trabajo más costoso fue motivar a los seglares, porque el párroco ya sabía lo que quería, como acabo de decir.

Como saben ustedes, la primera semana de la misión está centrada en las asambleas familiares. Fueron 20 grupos los que se reunieron en los hogares y que desde el primer día estuvieron muy concurridos, algunos de 30 personas.

Y otra segunda semana, la Semana de la Palabra, en la que todas las asambleas se reúnen en el templo. Es la semana de la predicación y de la participación de todos los grupos a través de los símbolos. Tanto las eucaristías como las celebraciones misionales estuvieron muy concurridas. Las palabras que definen a esta Semana de la Palabra son: participación, alegría y entusiasmo.

Además, los misioneros se hicieron presentes en los centros de enseñanza. Igualmente fueron convocados, los matrimonios, las cofradías, los jóvenes, los adultos que se van a confirmar. Y también fueron visitados unos 70 hogares, con personas mayores, enfermos…    En resumen, que la misión llegó a todos los rincones y personas del pueblo.

TESTIMONIOS SOBRE LA MISIÓN

Pero por si acaso ustedes dudan de mis palabras, presento a continuación el testimonio de varios participantes y responsables de la misión. Sus palabras son más fiables que las mías. Ahí van:

– “Mi sentir de la misión es de un total agradecimiento a nuestros padres redentoristas por su entusiasmo, su generosidad y trabajo inagotable. La misión me ha hecho sentir y gozar. La misión ha fortalecido mi fe y mi sentido de comunidad. Confieso públicamente que estoy animada para seguir con la tarea evangelizadora. Las asambleas me parecen un espacio adecuado para mantener vivo el espíritu misionero que se ha iniciado en la parroquia” (Mary Carmen Salguero).

– “Para mí, la misión ha sido una experiencia muy positiva y gratificante. Todos hemos aprendido a compartir nuestras vivencias. Al comienzo de las asambleas hemos estado nerviosos, pero a medida que transcurrían los días hemos tenido unas conversaciones fluidas que nos unían como vecinos y como creyentes. Los misioneros nos han hecho disfrutar con las misas de la mañana, con las asambleas, con las celebraciones de la noche y todos los actos de misión. Que Dios les bendiga.” (Loli y Ana)

– “Esta misión de los padres Redentoristas ha representado para nosotros una experiencia muy enriquecedora, llena de amor, convivencia, diálogo y compartir la vida y la fe. Deseamos que esta misión sirva para aumentar nuestra fe y avivar nuestra conciencia misionera en nuestro pueblo. Gracias a los misioneros, Arsenio, Joaquín y Miguel, y a nuestro párroco don Miguel Ángel, promotor de esta feliz idea de la misión” (Francis, animadora de asambleas)

– “Es la primera vez que vivo una misión. Ha sido muy positiva la experiencia de las asambleas familiares, pero han sido las eucaristías y las celebraciones misioneras las que han dejado una huella muy profunda en mí, marcada por la alegría, el entusiasmo y la sencillez. Los misioneros nos han hecho vibrar. Será una vivencia imborrable”. (V. G. H)

– “Hace muchos años hubo en el pueblo, unas misiones. Recuerdo al predicador que nos hablaba de Dios juez, del pecado, del infierno… ¡Qué miedo pasé! Pero esta misión ha sido una experiencia única con los Redentoristas. Me han encantado las celebraciones misioneras de cada noche en la iglesia parroquial, con los símbolos empleados. Y me han encantado las asambleas de la primera semana en los hogares con vecinos y amigos.

Abrí mi casa a los vecinos y he tenido la bendición de ser “animador” de la asamblea que se reunía en mi casa. Mi hogar ha quedado impregnado de la felicidad que desprendían todos los asistentes. Esta misión, me ha hecho pensar que los católicos hemos de salir de la Iglesia sin complejos, comunicar nuestra fe a cuantos nos rodean y trasmitirles nuestra forma de ver la vida. Muchas gracias a los misioneros, Moral les espera con los brazos abiertos, aunque sea para tomar un verdejo”. (Juan, dueño de casa y animador)

– “Lo mejor de este modo de misión es que nos convierte a todos en misioneros: el párroco es misionero y los laicos también” (Anónimo)

– “Yo quiero dar gracias a Dios por la gran suerte que hemos tenido de poder participar en la misión a través de las asambleas familiares cristianas. Ha sido una maravillosa experiencia el poder compartir con vecinos nuestra vida de fe. Doy gracias a Dios por los misioneros, por su testimonio y su entrega. La semilla sembrada dará mucho fruto en nuestra parroquia.” (anónimo).

“Estoy muy contenta. Esta misión es una bendición para todo el pueblo de Moral. No ha caído la lluvia del cielo sobre nuestros campos, pero nos ha caído una lluvia de bendiciones sobre nuestro pueblo. Y una lluvia de bendiciones sobre los  ancianos  y enfermos. Han sido más de 70  que han recibido nuestra visita. Han confesado, comulgado  y agradecido nuestra presencia” (Hna. Socorro , pastoral de la salud).

EN MANOS DE MARÍA

Y así llegamos al final de esta reseña de la misión. Ponemos la siembra y los frutos de la misión en los brazos de la Virgen de la Sierra y en manos del Cristo de la Humildad, patrones de Moral de Calatrava. Dios nos guarde siempre.

 

Arsenio