Pascua Misionera Alberca 2011

PASCUA MISIONERA EN LA ALBERCA (Salamanca)

Semana Santa 2011
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Se trataba de una propuesta de la Pastoral Juvenil Redentorista
y del Equipo Misonero del Cesplam para Jóvenes Adultos

Un grupo de 15 jóvenes hemos vivido, junto a tres misioneros redentoristas (P. Manuel Cabello, presidente del equipo misionero del CESPLAM, P. Juan Bautista Jáñez y Carlos Sánchez de la Cruz), una Pascua muy especial. En ella hemos ido descubriendo –poco a poco, y con una inmensa alegría– cómo dándonos a los hermanos y recibiendo de ellos, hemos conseguido que la Resurrección de Jesús se haya hecho más plena y evidente en nuestras vidas.

 

El lugar elegido para vivir esta experiencia misionera, esencia del carisma redentorista, ha sido la provincia de Salamanca, concretamente cuatro pueblos: La Alberca, Sotoserrano, Herguijuela y Monforte.

Nos dividimos en tres grupos diferentes y tuvimos presencia en esos cuatro lugares; pueblos en los que apoyamos a los sacerdotes diocesanos Policarpo Díaz (‘Poli’) y Leonildo Ramos (‘Leo’), que dan lo mejor de sí mismos cada día, junto con las Hermanas de la Caridad, para anunciar el Evangelio de Jesucristo. Con ellos compartimos todas las celebraciones propias de la Semana Santa y también tuvimos tiempo para, como grupo y de forma individual, acercarnos al Señor y al misterio de su entrega, su pasión, muerte y resurrección desde la oración y la reflexión.

Intentamos transmitir la Buena Noticia de Jesús, su inmenso amor, su novedad continua, de forma fresca e irremediablemente joven: intentando hacer de las celebraciones momentos únicos y especiales, participando junto a toda la comunidad y haciendo participar a toda la comunidad por medio de símbolos, signos, cantos, oraciones…

Especialmente significativas fueron la Hora Santa en la que acompañamos a Jesús, velando y orando junto a Él (en cada pueblo y después todo el equipo misionero en la Casa Parroquial de La Alberca); la intensa Adoración de la Cruz la noche del Viernes Santo; y la celebración de la Vigilia Pascual, en la que la alegría más honda e importante brotó en nuestros corazones, sin olvidar la eucaristía del Domingo de Resurrección, que estuvo también cargada de gozo y esperanza.

Llevamos en el corazón la hospitalidad de los habitantes de estos pueblos, sus sonrisas, sus inmensos detalles de cariño, sus tradiciones, su fe, su disponibilidad, su deseo de participar, de experimentar al Dios vivo… Nos llevamos mucho más de lo que dejamos. Hemos experimentado la gratuidad y la autenticidad de la Misión.

Nos traemos el convencimiento pleno y absoluto del valor de la entrega en la cruz, una entrega a la que todos estamos llamados a vivirla desde la alegría profunda de colaborar en la construcción del Reino de Amor que ya está aquí.

Y estamos convencidos de que la muerte no es el final, de que Jesús, con su resurrección, nos regala Vida y Vida en abundancia. Una Vida que queremos compartir.

Sin duda, esta Pascua ha sido muy especial para todos lo que hemos tenido la inmensa suerte de vivirla. Una Pascua llena de servicio, austeridad, espíritu solidario, entrega, amor y mucha, mucha alegría.

La Misión de anunciar el Evangelio, de anunciar a Jesús, nos ha calado hasta los huesos. El ejemplo de los misioneros redentoristas y su reflejo de Cristo nos ha incendiado el corazón. La misión de anunciar al mundo que el Señor vive y nos da la VIDA con mayúsculas es ya prioritaria en nuestras vidas.

Mamen Serrano Morales
Parroquia del Stmo. Redentor (Madrid)