02 Mar Asumir la propia debilidad. Domingo I de Cuaresma
No deja de sorprender. Jesús quiso ser tentado, no rehuyó las tentaciones, sino que las afrontó. Fue totalmente humano, también en esto. Nada queda fuera de su humanidad. Y es que, como dijo San Ireneo de Lyon: “Lo que no se asume, no se redime”....